viernes, 29 de octubre de 2010

Los francos.

     Recordad que el año 476 es la fecha consensuada por la que se entiende que comienza en la Edad Media en Europa. Esa fecha indica y señala al último Emperador romano en Occidente, Romulu Augústulu. El antiguo Imperio romano de Occidente, lo que hoy es España, Francia, Bégica, Italia, Suiza, Austria, Holanda, Marruecos, Tunez (éstas dos últimas son África), se ve amenazado por diferentes tribus bárbaras procedentes del Norte de europa o de la estepa rusa o siberiana (Hunos). Los ciudadanos romanos se ven impotentes ante las oleadas de robos, saqueos y violaciones por parte de esas tribus que manejaban el caballo y la espada como nadie. Ante este problema y debido a su indefensión, pactan con otras tribus aliadas, a las que les permiten asentarse dentro de las fronteras del Imperio romano a cambio de su ayuda militar.

      Una de esas tribus a las que les permiten la entrada en la antigua Galia, en un territorio que ocuparía la franja desde los Pirineos hasta el río Rin, será la de los francos. Estas tribus aliadas dentro del territorio del Imperio romano seguirán conservando su propio derecho, lengua, religión (pagana), formas de gobierno y de jefatura, pero, por eso mismo, los ciudadanos romanos los seguirán considerando unos extraños, gentes ajenas a sus costumbres y modo de vida, por lo tanto, bárbaros, salvajes. Las uniones y matrimonios entre las dos comunidades serán prácticamente nulas, aunque, con el paso del tiempo, las poblaciones se irían mezclando.

     ¿Qué contribuyó a que muchos romanos dejaran de verlos como unos bárbaros? Aparte de su inestimable ayuda como guerreros enfrentándose a otras tribus hostiles, la religión ocupó un papel muy destacado. La religión oficial en Roma, es decir, la del Emperador, desde el edicto de Milán por Constantino, 324 d.C, era la cristiana. Con el paso del tiempo y de los años, muchos francos fueron aceptando la religión de los romanos. Uno de sus propios jefes  y su propio Rey, Clodoveo, aceptó el culto a la religión del crucificado y los diferentes sacramentos impuestos por los sacerdotes cristianos.

     El cristianismo dentro del Imperio romano, antes del 324 d.C, era una religión marginal, con muy pocos fieles y seguidores. Al asociarse y convertirse en el culto de la máxima autoridad civil y política de los romanos, Constantino, se convertirá en una religión popular y, sobre todo, en una religión de poder. Sucedería lo mismo con los Francos. Clodoveo se convierte al cristianismo en el 480 d.C e, inmediatamente, todos sus subditos, se convertirán a la nueva religión. Este suceso, a ojos de los ciudadanos romanos, contribuirá a que no los consideraran tan extranjeros y tan extraños. El padre de familia romano permitiría que su hija cristiana se casara con el hijo de un Franco. Con el paso del tiempo y de los años, cuando ya no existan los emperadores en el Imperio romano de Occidente, el jefe, el Rey de los Francos, así como el de los visigodos en sus tierras, tan cristianos y tan civilizados como cualquier romano de varias generaciones, se convertirá en el REY DE AMBAS COMUNIDADES (romanos y francos) dentro de los territorios de su influencia, precisamente, porque la autoridad eclesiástica, la de la Iglesia cristiana (Obispos, el Papado), así lo permitió y lo aconsejó.

     Los videos que os enlazo recorren la historia de la dinastía merovingia, es decir, la de los reyes francos, dentro del Imperio romano de Occidente. El Rey de los francos sólo será el jefe de éllos, porque los romanos sólo atendían a la autoridad del Emperador, pero en el 476, los bárbaros salvajes y hostiles matan al último Emperador del Imperio romano de Occidente, Rómulo Augústulu, un niño de apenas 15 años. Los romanos en la Galia, huérfanos del poder político y civil, sin Emperador, sólo tenían como autoridad a los obispos y al Papa, y éstos, acabarán legitimando la autoridad política del Rey de los aliados Francos, tan cristiano como cualquier romano, Clodoveo.

Vean, sobre todo, los tres últimos videos.









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